¿Qué hacer si te enfadas?
0. No reprimas tu ira. En cambio, reconócela cuando te invada, obsérvala, dile "hola, ira, bienvenida, sé que estás ahí y voy a cuidar de ti mientras estés".
1. Tómate tu tiempo, por un lado, para permitir que la emoción te atraviese, eso significa atreverte a sentirla plenamente, sin huir, y por otro para conectar con el daño interno que esa emoción te ha causado. En ese daño está la clave de la necesidad de la que te tienes que ocupar.
2. Elige un momento y lugar tranquilo; vas a necesitar papel y boli.
3. Vuelve a revivir la situación en tu mente, trata de identificar los pensamientos y juicios que están causando tu ira, y escríbelos en un papel. Con los pensamientos que identifiques, te propongo hacer un ejercicio de introspección más profundo, con una serie de preguntas, que apuntan a que te mires hacia el interior. Contéstalas con honestidad.
He aquí algunas pistas a modo de ejemplo:
- ¿Qué te hace enojar, confundir o decepcionar? Ejemplo: me etiquetó de exigente ante los demás.
- ¿Por qué? Ejemplo: es una falta de respeto.
- ¿Cómo quieres que cambie esta persona? ¿Qué quieres que haga? Ejemplo: “Me gustaría que esa persona se disculpara conmigo”.
- ¿Qué consejo le darías para que mejore su actuación? Ejemplo: decirle que ponga atención a las palabras que usa porque cada persona tiene una sensibilidad diferente.
- Para que seas feliz en esta situación, ¿qué necesitas que esta persona piense, diga, oiga o haga? Ejemplo: "necesito que se ponga en mi lugar y entienda lo importante que es el respeto para mí".
- ¿Qué piensas de esa persona en esta situación? Ejemplo: Que no tiene derecho a hablar de mí delante de otros
- ¿Qué tiene esta situación que no quieres volver a experimentar nunca más? Ejemplo: no quiero sentir que me ponen en evidencia, ni que se “disculpen en mi nombre por decir mi opinión”.
Puede que con este ejercicio seas más consciente de tu ira, y te enfades más aún.
Sobre tus respuestas, pregúntate lo siguiente: ¿es eso cierto? O mejor dicho, ¿es verdad que te faltó el respeto? La respuesta debe ser sí o no. Si respondes "por qué... pero…" no es la respuesta y no estás haciendo el ejercicio. Si quieres continuar el ejercicio, cierra los ojos y deja que surjan las emociones, reconectando con la situación vivida.
¿Puedes saber con certeza que su intención era faltarte al respeto? ¿Cómo reaccionas cuando crees que te han faltado el respeto?
Explora lo que sientes ahora.
Es posible que te sientas frustrada/o, expuesta/o, violada/o en tu intimidad, acusada/o, o más enfadada/o. Observa si esos sentimientos te están llegando asociadas a ciertas imágenes de tu pasado. Date tiempo para verlas y sentirlas.
¿Qué imágenes ves? ¿Qué otros sentimientos aparecen cuando estas imágenes emergen? Déjate sentir con ese malestar emocional, sin bloquearlo, sin intentar huir. Sostenlo.
Asocia tu emoción con tus pensamientos
Continúa con el ejercicio: pregúntate y responde:
¿quién serías tú sin ese pensamiento de “me ha faltado al respeto”? Cierra los ojos e intenta imaginarte en esa misma situación sin «creer» que se te ha faltado el respeto. ¿Qué es lo que ves ahora?
Es posible que vengan a tu memoria otras situaciones en las que no has sido respetada/o, emocionalmente hablando.
Al hacer el ejercicio de introspección, el pensamiento o la afirmación inicial “no me ha respetado, o no he sido respetaba muchas veces” se transforma en "no me respetaba a mí misma muchas veces, o mejor dicho, no respetaba mis emociones".
Cuando lo haces, sientes por dentro como un volcán a punto de explotar. Déjate sentir lo que sientes con la máxima intensidad que tenga. No temas, estás a salvo. Lo normal es que estalles en un llanto fuerte. Es la ira que empieza a salir, y te sientes mejor. La idea de que te han faltado al respeto ya no tiene fuerza. Tras ello, te sientes libre y, con extremo amor y ternura, y ya puedes perdonas por todas aquellas veces que no te has respetado.
En resumen, jamás reprimas la ira, dale la bienvenida y siéntela a plenitud, trata de entender a qué aspecto de tu vida pasada afecta, hazte cargo de actualizar los pensamientos que tienes al respecto y déjala salir para que tu cuerpo y tu emoción recuperen su equilibrio y control.
Comentarios
Publicar un comentario