La respiración desde el punto de vista esotérico
En Encuentros con hombres notables, G. Gurdjieff (1866 - 1949) expone el regaño que se llevó de parte de un derviche llamado Ekim Bey, debido a la forma incorrecta en que aquel realizaba sus ejercicios de respiración. Vale la pena citar los pasajes en cuestión: "Todos los ejercicios de respiración que dan los libros o en las escuelas esotéricas contemporáneas sólo hacen daño. La respiración, al igual que la ingestión, es también un proceso de absorción de alimento, en el que, además de las sustancias necesarias al organismo, el aire contiene otras que son inútiles y hasta perjudiciales. Cuando usted respira de la manera habitual, respira mecánicamente. El organismo toma del aire, sin ayuda de usted, la cantidad de alimento/substancias que necesita. Los pulmones están hechos de tal manera que están habituados a trabajar con una cantidad de aire muy definida. Si se modifica la cantidad de aire que entra en los pulmones, los procesos interiores de fusión y de equilibrio inevitablemente se modificarán, pudiendo causar daños. Para quien no conoce en todos sus detalles las leyes fundamentales de la respiración, la práctica de la respiración artificial sólo puede conducir a una autodestrucción, tal vez lenta, pero segura. Muchas enfermedades provienen de la respiración artificial. Muy a menudo termina por una dilatación del corazón, o por un estrechamiento de la tráquea, cuando no son dañados el estómago, el hígado, los riñones o los nervios. Para mantener un equilibrio justo, necesita usted tener un conocimiento completo de su organismo. Por eso es mil veces preferible no tocar nuestro organismo. Vale más dejarlo en el estado en que está, aun cuando no ande bien, que repararlo sin saber cómo. Sólo conociendo cada tornillito, cada ruedecilla de su máquina, puede usted saber lo que debe hacer. En suma, este es el consejo que le doy: Abandone sus ejercicios de respiración". G. I. Gurdjieff, Encuentros con hombres notables, Hachette: Buenos Aires, 1972. pp. 198-201. Por su parte, Franz Bardon (1909 - 1958) apunta en su obra Iniciación al hermetismo lo siguiente, en lo tocante a la respiración consciente:
Cuando ponemos un pensamiento, una idea o una imagen, no importa si es concreta o abstracta, en el aire al ser inhalado, el principio akasha se ve implicado y transportará el aire a través de los fluidos eléctricos y magnéticos. Este aire así impregnado jugará un doble papel cuando sea transportado a los pulmones a través del torrente sanguíneo: en primer lugar, las partes materiales de los elementos estarán destinadas a preservar el cuerpo, en segundo, el fluido electromagnético cargado con el pensamiento, la idea o imagen, conducirá al aire electromagnético a través de la matriz astral del cuerpo astral y de ahí al espíritu inmortal a través de la matriz mental.
Esa es su explicación al misterio de la respiración desde el punto de vista mágico. Y, al igual que lo hizo el derviche persa a través de la pluma de Gurdjieff, también Bardon advierte que "muchas personas han sufrido daños a su salud al realizar dichas prácticas sin la debida instrucción de un gurú experimentado".
Hasta donde entiendo, la prevención está en realizar los ejercicios de forma calmada, sin pretender llenar los pulmones de aire a su máxima capacidad ni sobrecargarlos de tensión. No se trata de la cantidad de aire que pongamos en juego, sino de la calidad del pensamiento, la idea o imagen que traspasamos al material aéreo. Claro está, lo mejor es conseguir un maestro experimentado que nos enseñe con precisión cuál es la técnica correcta.
Cabe destacar que tanto Gurdjieff como Bardon reparan en la similitud de los procesos de alimentación y respiración. Ambos procesos sirven para nutrir al cuerpo y mantenerlo vivo. Sólo que la asimilación de nutrientes mediante la ingesta de alimentos es algo más palpable y denso que la respiración.
Algunos consejos que podrían ser útiles a los valientes que deseen seguir experimentando con ejercicios de respiración, son: 1. No fuerces nunca nada. (Lo leí en un grupo de B.O.T.A. en Facebook.) 2. Si tienes que aguantar el aire en algún ejercicio (como por ejemplo en la respiración cuadrada), hazlo sin cerrar la garganta ni nada para impedir el paso de aire hacia adentro o hacia afuera. (Lo leí en el Apéndice A del libro El mago. Su entrenamiento y su trabajo, de Walter E. Butler, p. 207 y ss.)
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