Entonces, ¿qué chingados es el despertar espiritual?

Cada cosa es una manifestación física individualizada del todo. Su surgimiento o desaparición, nacimiento o muerte, generación o destrucción, es parte de la fluctuación de la energía. Humanos, animales, rocas, plantas, asteroides, estrellas, galaxias... todos son fragmentos de la consciencia que es el todo, pues el todo es pura consciencia. También existen fragmentos, o seres, cuya labor es propagar la vida orgánica en aquellos planetas que sean adecuados para ello. No son dioses, son consciencias individuales fragmentadas. Tampoco crean la vida, sino que la propagan, como los agricultores al sembrar semillas. La razón de su labor es que la vida orgánica funciona como medio físico adecuado para que las consciencias individualizadas del todo, como nosotros, tengan la oportunidad de experimentar el plano físico y aprender de dicha experiencia. A las consciencias individuales que ejercen esta labor se les puede llamar "espíritus", si se quiere. Así, las rocas, las plantas, los animales, en tanto seres físicos, son vehículos físicos para experimentar este plano físico, lo que además permite a las consciencias individuales que ocupan estos vehículos acompañar al planeta en sus sucesivos cambios de consciencia y luego poder avanzar hacia otros planos a seguir experimentando. Así se originó la vida orgánica hace unos 4 mil millones de años. Estos espíritus introdujeron una modificación genética en los homo sapiens, para acelerar su inteligencia de manera que les permitiera convertirse en la máxima experiencia conciencial del planeta. Esta modificación se realizó hace poco más de 70 mil años. Pero el homo sapiens no estaba preparado para experimentar esta aceleración, la cual les produjo mucho miedo, que devino en desconfianza, ilusión de separación, violencia, egocentrismo, avaricia, enfermedades, etc. En consecuencia, los seres humanos hemos muerto muchas veces sin saber por qué estamos aquí. En vez de un proceso de expansión de la consciencia y trascendencia, se ha dado una densificación cada vez mayor de la energía planetaria. El despertar espiritual viene a ser el proceso por el cual (1) los seres humanos nos hacemos conscientes de quiénes somos realmente, (2) recordamos por qué estamos aquí y (3) retomamos las riendas de nuestra existencia. Cuantos más seres humanos logren el despertar espiritual, mejor será para todos, ya que todos los seres humanos no son sino manifestaciones individuales del todo, es decir, todos somos uno.

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